8/27/2015

"Hexmoor" y "Piedra Papel o Tijera" nuevas publicaciones de Grupo Belerofonte

Hexmoor de Mazzitelli y Alcatena

Hexmoor
Aventura/Fantasía
Guión: Eduardo Mazzitelli.
Dibujos: Quique Alcatena.
15,5 cm x 23 cm. 344 páginas. BN.
ISBN: 978-987-3712-08-1
Colección Charquito nº 16 (co-ediciones con Loco Rabia)
Una vez más, Mazzitelli y Alcatena se acogen a las virtudes de la “ucronía”, es decir, una novela histórica alternativa, donde los hechos de la epopeya humana no han transcurrido de la misma manera que conocemos, y sí presentan sutiles (y no tan sutiles) variaciones. Por eso en Hexmoor desfilan autómatas, prodigios, viajes espaciales, célebres personajes y toda esa maravilla que las mentes de esta venerable dupla ha sabido poner en páginas de historieta para nuestro perpetuo deleite.
Páginas interiores:




Piedra Papel o Tijera de Farias y Jozz

Piedra Papel o Tijera Novela Gráfica
guión: alejandro farias
dibujo e ilustración de portada: jozz

64 pgs. / 16 x 23 / B/N
agosto 2015 / ISBN: 978-9974-99-951-0

Zeta hace repartos en una pizzería. Tiene una vida sencilla, hasta que un error en una entrega cambiará su vida para siempre.

8/26/2015

"Dengue" en All Star Comics Melbourne

ALL STAR RECOMMENDS FOR AUGUST 11TH


COMIC OF THE WEEK : DENGUE
By Rodolfo Santullo & Matias Bergara
Published by Humanoids

Oh, Humanoids. I’m sorry I’ve neglected your fine boutique Euro wares in this column, it’s just that there’s too much to say. Yes, I have columns planned on The Incal and Son of the Gun and Swords of Glass and many more, but I’m slightly intimated by what I know will end up being overly long pieces that bang on about existentialism and psychedelia and, really, we’ve all had about enough of that from me, I’m sure. Thankfully, however, there is the recently released Dengue to talk about, which at 96 pages is a book I can recommend promptly and earnestly without a word count blow-out and a rant about the heart of the universe.

“We get in out airtight suits and cars, with our stinking bug spray and we only go out when absolutely necessary. Yet we carry on regardless,” says main character Sergeant Pronzini and this is likely as good a summary of Dengue as you’ll find.

Thanks to Global Warming, Dengue fever is spreading and with it, the rise of the mosquito as the dominant lifeform on Montevideo, Uruguay. Humans are forced to either live sealed up tight in their homes or venture through the ruined city only in hazmat suits or risk becoming infected. There are piles of dead bodies and general apocalyptic ruin to prove this. Sergeant Pronzini is a grizzled, chain-smoking homicide cop who resembles a badly hungover Robert De Niro. The discovery of the naked, murdered body of a famous scientist working for the company that seeks a cure to the disease sees Pronzini thrust into a deep conspiracy, exposing corruption, greed and lies at the highest levels. Despite the heaviness of that synopsis, Dengue is, oddly enough, “Cli-Fi” (can you believe that’s a genre now?) at its most fun.

Thousands are dead or infected and the latest scientific discovery reveals that with three mosquito bites, the infected can mutate into something neither quite human nor insect. This development could be treated as something like The Fly, yet the satirical streak that runs through Santullo’s script, broken up into easily digestible chapters that at first seem loosely connected at best, makes Dengue an unexpectedly fun ride. From its mosquito monsters to its corporate irresponsibility to its haggard yet brave protagonist and his dogged truth-seeking reporter partner, Valeria Bonilla, Dengue packs a lot into its relatively brief page count, becoming quite the political page-turner in the process.

Bergara’sunique art will likely not blow you away at first glance. Far from the intricate, highly-detailed work we’re accustomed to from this publisher, Bergara is more of a caricaturist, with thick lines and big chins recalling the legendary Carlos Ezquerra somewhat. It’s likely this off-kilter sense of characterisation that creates much of Dengue’s mood, however, as imagining the pages with a more traditionally elegant and “beautiful” Euro comics look is a difficult task once the covers are closed. Bergara’s not the flashiest, but his pages flow wonderfully, his human characters are consistent and unique in appearance, particularly the dogged, slumped Pronzini, and his mosquito men are hulking, monstrous things like Un-Men from Swamp Thing.Both creators live in Montevideo (which I did not know going in) and this may also contribute to the seamlessness of their collaboration and the uniformity of their creative vision.

Brisk and compelling, Dengue is playful in tone, serious in subtext and, beginning as procedural and ending as the story of the uprising of a brand new underclass, is surprisingly epic for such a slender book. Part of me wanted more middle to the story, more outward growth from the crime solving that opens the book so strongly, but this is ultimately a minor complaint. Santullo and Bergara successfully deliver an offbeat, humorous and compelling take on an end of the world full of bugs, body horror and climate change, which is a far more difficult task than it probably sounds. 
 
 See you next week. Love your comics.

Cameron Ashley spends a lot of time writing comics and other things you’ll likely never read. He’s the chief editor and co-publisher of Crime Factory (www.thecrimefactory.com). You can reach him @cjamesashley on Twitter.

8/25/2015

"El Club de los Ilustres: Conspiración en las Sombras" en La Bitácora de Maneco

EL CLUB DE LOS ILUSTRES 2: PUNTO JONBAR

El Club de los Ilustres: Conspiración en las sombras. Guión: Rodolfo Santullo. Dibujos: Guillermo Hansz. Ilustración: Matías Bergara. Portada: Guillermo Hansz. 88 páginas en blanco y negro. Editorial Estuario/Editorial Belerofonte. ISBN: 978-9974-99-265-8. Uruguay, mayo de 2014. 

(Este texto se publicó originalmente como prólogo del libro El Club de los Ilustres: Conspiración en las sombras) Es todo una cuestión de elecciones. Al optar entre un imán o un guijarro, John Bar terminará por determinar el destino futuro de su civilización: Una sociedad pacifista o una tiranía estatal. Por esa acción trivial y baladí, pero trascendental para los cimientos especulativos del cuento The Legion of Time (1938), de Jack Williamson, el subgénero literario de la ciencia-ficción conocido como ucronía (digamos que una especie de utopía temporal) decidió bautizar con el nombre de Punto Jonbar a ese exacto momento en que la Historia cambia, da un vuelco, comienza a separarse cualitativamente de lo esperable, de lo ya conocido y aceptado. 


En la saga de El Club de los Ilustres ese punto no aparece de manera establecida, pero poco importa porque lo que dota de sentido a este Uruguay apócrifo de principios del siglo XX no es lo que pasó, sino lo que está aconteciendo en estos tiempos que existen sin haber existido nunca. Una Banda Oriental de ribetes victorianos, donde la robótica a vapor convive con el grotesco rioplatense y funda un sainete steampunk en donde se mueven, con pasmosa naturalidad, personajes históricos y criaturas imaginarias tanto (o más) reales que las reales. 


Si a esta altura están pensando en La Liga de Caballeros Extraordinarios de Alan Moore y Kevin O’Neill, andan bien encaminados. El Club de los Ilustres de Rodolfo Santullo y Guillermo Hansz cumple con los lineamientos básicos al entrecruzar hechos y ficción para crear una línea temporal divergente, tan improbable como posible; y dignifica la premisa al dotarla de una impronta personal e intransferible, tan alejada del flemático british style como reconociblemente charrúa. 


El mayor mérito de los autores, me parece, es el de haber asumido responsablemente la libertad creativa de hibridar lo mejor de varios distintos mundos: La tragedia shakesperiana, con sus intrigas románticas y sus conjuras palaciegas; el costumbrismo discepoliano, capaz de articular pasos cómicos de vodevil con una concepción taciturna de la existencia; el ritmo desaforado del pulp aplicado en el contexto político del thriller setentista; y la exageración humorística de la caricatura que da identidad expositiva a la línea clara francobelga, presente en el trazo de Hansz. 


Segunda entrega de una serie que promete seguir avanzando (¡por favor!), Conspiración en las sombras revalida los títulos obtenidos con la primera parte. El Club de los Ilustres es el Punto Jonbar de la historieta uruguaya contemporánea. 
Y no estoy especulando. 
Fernando Ariel García

8/19/2015

"Causas Perdidas" en 365 Cómics por Año

12/ 08: CAUSAS PERDIDAS

La nueva novela gráfica de Federico Baert (a quien ya vimos un lejano 13/03/11) incorpora una novedad sorprendente: el dibujante no es el propio Baert, sino que el guionista nicoleño forma equipo con Carlos Aón, el versátil artista a quien ya nos cruzamos en varias publicaciones de Loco Rabia, especialmente en la reseñada el 23/05/13. El equipo se completa con la colorista Lara Lee, que realiza un muy buen trabajo.
Baert dedica estas 55 páginas a hacer lo que mejor le sale: historias verídicas, con conflictos chiquitos, personajes llenos de dobleces, cero elementos fantásticos y mucha mala leche. Causas Perdidas transcurre básicamente en una pensión bastante crota, de un barrio bastante humilde, de una ciudad bastante periférica. La gracia, claramente, no está en la ambientación, sino en los personajes y en las relaciones entre ellos, en las historias que se cuentan y en las que cada uno oculta.
No son muchas páginas y Baert lo tiene claro. Por eso acota el elenco a cinco personajes importantes, entre los que se destaca Facundo, el chico que estudió periodismo y busca insertarse en ese medio tan complicado. Los giros argumentales más impredecibles, más impactantes, tendrán que ver con Facundo, con cómo trata Baert a los sueños y convicciones de este pibe humilde, copado y un poco idealista.
Como en las obras anteriores de Baert, los diálogos están afiladísimos y suenan 100% reales e incluso cuando llegan las piñas y los tiros todo se siente cercano y posible. En ningún momento Causas Perdidas se va para el bando de la aventura. Siempre es un slice of life, aunque en un momento la mala onda degenere en un festival de puteadas, piñas y corchazos. Sobre el final, la comedia costumbrista le deja su lugar a una tragedia bien heavy, bien sórdida, lo cual es consecuente con la decisión de Baert de llevar a los personajes bien al límite, de no permitirles nunca estar cómodos con las situaciones en las que los envuelve.
El dibujo de Carlos Aón está muy bien, pero es un poquito light para lo espeso de la trama. Es un Aón distinto al de obras anteriores, que incorpora un poco más ese tinte grotesco o esperpéntico que sabe ponerle Angel Mosquito a sus tragicomedias suburbanas. Y es muy loco, porque tiene ese tono justo, que te hace acordar también a otros trabajos de Aón y a las historietas de Baert dibujadas por él mismo (aunque con menos viñetas por página). Aón simplifica el trazo en la medida exacta para permitir el lucimiento del color y acompaña al guión al darle a los personajes ese toque caricaturesco, muy expresivo, que le permite poner en un verdadero primer plano las emociones que estos nos tienen que transmitir. Me gusta más el Aón puro que este “Aón mixto”, pero esto también se ve muy bien.
Causas Perdidas es una muy buena historia suburbana, con sexo, drogas y un poquito de rockanrol, que bien podría haberse publicado en El Víbora. O no, porque en El Víbora le hubiesen pedido a los autores que los garches fueran más explícitos y acá están apenas sugeridos. Lo cierto es que es una historia fuerte, que emociona, que te pone nervioso y que muestra una pasión genuina por parte de los autores, que no juegan a complacer al lector sino a empujarlo a un pantano bastante asqueroso, donde hay lugar para la risa pero de donde se sale enchastrado en tragedia. Muy recomendable.

Andrés Accorsi

8/11/2015

"Dengue" en Topless Robot

dengue.jpg
This week, it's Dengue by Rodolfo Santullo and Matias Bergara. Dengue is about a detective and a news reporter in Montevideo, years after an outbreak of some kind of zombie dengue fever drove everyone indoors or into suits, and it plays as a mystery/government conspiracy tale. I usually go into these postapocalyptic wasteland stories expecting a kind of dull cynicysm - not dull as in boring, but dull like blunted and weary. It's there in Dengue, but it's playfully witty, almost like everyone in the story is aware that it's how they're supposed to behave, but just under the surface they're really having a lot of fun. Bergara's monsters are perfectly grotesque, but Santullo's writing is the best part - really sharp, smart, funny in just the right places and different enough (especially at the end of the story) that what could have been a standard disease zombie apocalypse and makes it a fun, worthwhile read.

You can pick up Dengue at your friendly local comic shop or online via Humanoids.com.

 http://www.toplessrobot.com/2015/08/wonder_woman_infinity_gauntlet_jojo_jlu.php

8/07/2015

"Malandras" en Kaoscrítico

Malandras. Guión: Rodolfo Santullo. Dibujos: Dante Ginevra. Historieteca.



Promedio:
Título: Malandras
Año de edición: 2014
Editorial: Historieteca
Guión: Rodolfo Santullo. Dibujo: Dante Ginevra

"Lo primero que hay mencionar sobre Malandras el excelente trabajo gráfico de Dante Ginevra. No sorprende su calidad, desde hace mucho tiempo viene demostrando por qué es uno de los mejores dibujantes de su generación.(...) Respecto al guión de Santullo, tengo mis encontronazos. Por un lado, si me lo pongo a analizar como algo seriado, publicado en la revista Fierro, cada capítulo que nos brinda Santullo no te llama mucho la atención. Hay algunos mejores, otros peores, pero que no tienen poder de “cuento” por sí solos. No te rompen la quijada de una trompada. Ahora, si lo analizo como el libro que editó Historieteca Editorial, las cosas cambian."
Calificación: 4/5
Iñaki Aragón

"Por la parte del guión, Santullo vuelve a demostrar que es un tipo con muchísimo oficio y muñeca. Como él mismo explica en el epílogo, le tocó lidiar con los vaivenes editoriales de la Fierro, que pretendía una serie de unitarios autoconclusivos y el guionista uruguayo se las ingenió para transformar la serie en una novela capitular. El tema es que se notan bastante los zurcidos, especialmente en la primera parte. Luego se toma más libertades y se la juega por el relato largo y ahí suma puntos rápidamente."
Calificación: 3,5/5
Dr Paloma

*CRÍTICAS COMPLETAS EN LOS COMMENTS*

2 comentarios:

  1.  
    Lo primero que hay mencionar sobre Malandras el excelente trabajo gráfico de Dante Ginevra. No sorprende su calidad, desde hace mucho tiempo viene demostrando por qué es uno de los mejores dibujantes de su generación. Me gustó mucho su capacidad para la sátira de maleantes y héroes, digna de Chester Gould. Personajes como el “Carucha” o el rati asqueroso de Davinsky, fueron los que más disfruté de ver; eso sin mencionar también a todos los demás personajes: desde milicos traidores al General, hasta pianistas de tango de los tugurios más oscuros. Ya con eso te garpa todo el libro.

    El estilo que decidió usar Ginevra es impresionante. Se nota que lo pensó, que lo practicó, que buscó con todas sus fuerzas hacer que ese laburo de claroscuro sea el mejor que hizo hasta ese momento. Se peló el culo y el resultado fue más de lo que cualquiera podría haber esperado y eso es de agradecer. Poder disfrutar de una obra que posea estas cualidades gráficas es lo que nos hace darnos cuenta de que todavía se puede dibujar no bien, si no extraordinariamente bien una historieta. Gracias, Dante.

    Respecto al guión de Santullo, tengo mis encontronazos. Por un lado, si me lo pongo a analizar como algo seriado, publicado en la revista Fierro, cada capítulo que nos brinda Santullo no te llama mucho la atención. Hay algunos mejores, otros peores, pero que no tienen poder de “cuento” por sí solos. No te rompen la quijada de una trompada. Ahora, si lo analizo como el libro que editó Historieteca Editorial, las cosas cambian. Evidentemente el fuerte de Santullo es la novela y su capacidad de hilar personajes y cruzarlos. Cada capítulo es una semilla para la resolución de la historia más grande, la que sucede por arriba de cada capítulo, la que decide el destino final y justifica que hayamos que haber leído algunos capítulos que al principio parecían intrascendentes y sosos. La historia gira en los días previos al bombardeo a la Plaza de Mayo por parte de unos milicos descontentos con las políticas llevadas a cabo por el presidente Perón. Cada uno de los capítulos son las piezas necesarias para desentrañar quiénes lo llevan adelante y proponer una hipótesis sobre cómo es que pudo escapar Perón de semejante ataque.

    En lo macro, el guión de Santullo es impecable; abusa un poco de la “voz en off” pero eso es algo ya muy personal, donde veo que muchos guionistas de historieta se deslucen un poco a causa de una prosa en algunos casos floja o pretenciosa. No digo que sea el caso de Santullo en particular, pero cuando veo guionistas que se sostienen tanto sobre los cuadros de textos, siento que no se tienen confianza, o no se la tienen al dibujante, para narrar más con acción, con el cuerpo de los personajes o el uso de la “cámara”.

    Malandras es una historieta que cuando la leés de un saque se disfruta mucho, podés ver lo que el guionista se propuso a gran escala. Además, los dibujos de Ginevra se zarpan.
    La edición de Historieteca Editorial es muy bonita, muy similar a la de los Autómatas del desierto, así que pulgar arriba.

    Mi calificación: 4/5
    Responder
     
  2.  
    Me engaché con esta serie apenas empezó a salir en la Fierro, más que nada por los dibujos de Ginevra. Con este dibujante me pasa algo extraño, cuando está en su mejor forma (El Asco, las de Zombies que hizo con Saracino), es uno de mis dibujantes nacionales favoritos. Pero en otros libros fluctúa, cambia, nunca se queda quieto y a veces la pega y a veces no. Por suerte en Malandras está en uno de su mejores momentos. Definitivamente es uno de los mejores para diseñar personajes y hacerlos actuar, deformarse y estallar en emociones de todo tipo. Siempre está al borde de la sobreactuación, pero en una obra tan grotesca como esta, uno agradece la caricaturización de los personajes. Funciona perfecto. El único "pero" que puedo ponerle a sus dibujos, es que según el cuadrito cambia el trazo, aveces son sutiles y finos, otras veces gruesos y burdos, como si cambiara de pluma o rotring un poco al azar. Claro que debe ser una elección estética y ante eso no hay mucho que discutirle. En resumen, el laburo gráfico es una de las mejores facetas de esta obra.
    Por la parte del guión, Santullo vuelve a demostrar que es un tipo con muchísimo oficio y muñeca. Como él mismo explica en el epílogo, le tocó lidiar con los vaivenes editoriales de la Fierro, que pretendía una serie de unitarios autoconclusivos y el guionista uruguayo se las ingenió para transformar la serie en una novela capitular. El tema es que se notan bastante los zurcidos, especialmente en la primera parte. Luego se toma más libertades y se la juega por el relato largo y ahí suma puntos rápidamente.
    Tal vez por este nacimiento extraño, Malandras tiene una estructura muy poco usual. Es una especie de comedia de enredos sin comedia. Grotesco sí, pero para nada cómico. Eso sí, hay un tema con las casualidades. La primera, (spoiler alert) cuando el adorable ladrón Calzada cae a afanar justo en la reunión donde se está planificando el bombardeo a la Plaza de Mayo. Vaya y pase, es un evento fundacional. Pero la segunda, cuando Calzada está de nuevo haciendo de las suyas y se cruza con el miliquito fotógrafo en el medio de la calle, justo cuando este último está siendo perseguido por los marinos, es una triple casualidad que hace tambalear al verosímil. Y no es algo menor cuando en este equívoco se basa toda la trama novelesca. Claro que hay algo que los salva del naufragio: el grotesco. Esa misma escena, este mismo guión, con un dibujo y un tono más realista no hubiera salido bien parado. Por suerte, no es el caso, y uno perdona rápidamente las casualidades repetidas y se dispone a ver cómo sigue la cosa. Y sigue muy bien. Santullo salta las vallas que el mismo se pone con gracia y elegancia y encara hacia el final a puro bombazo. Ginevra hace magia con las escenas del bombardeo, y el capítulo final, donde vuelve a aparecer el entrañable Carucha, mete un moño sencillo y coqueto que redondea todo. Muñeca y oficio, señores. Primer párrafo aparte: me molestó un poco la inclusión de la subtrama de Alberto Breccia, por innecesaria. Segundo párrafo aparte: me encantó el capítulo que redime un poco al policía Fulvio Davinsky, que resulta ser más peronista que corrupto. Tercer y último párrafo aparte: Santullo se toma una licencia histórica que a alguno podrá molestarle: en la fecha del bombardeo, 16 de junio de 1955, las fuerzas rebeldes nunca logran entrar a la Casa Rosada, son repelidas y derrotadas. El golpe se lleva a cabo tres meses más tarde. Pero el final necesitaba a Carucha en la Casa Rosada, para que Perón se entere del complot a tiempo y logre huir. A mí no me molestó demasiado, pero a otro por ahí le hace ruido. De última como dijo alguien alguna vez, nunca hay que dejar que la realidad arruine una buena historia.
    En resumen un muy buen libro cuya compra es más que recomendable, de la mano de dos experimentados autores que se compensan muy bien cuando salen en yunta. La edición de Historieteca, impecable como siempre.

    Calificación: 3,5/5
    Dr Paloma
    Responder

8/06/2015

"Dengue" en Geeked Out Nation

Comic Book Review: Dengue HC

by dengueWith The Walking Dead, The Hunger Games and Mad Max: Fury Road dominating television and movies, post apocalyptic stories are something mainstream audiences can’t get enough. This leads to recycled tropes and stories that do barely anything to separate themselves from everything else. “Dengue” , by Matias Bergara and Rodolfo Santullo combines police procedural tropes with a more on the ground, personal viewpoint of the end of the world.
“Dengue” takes place in Montevideo, Guatemala and the end of the world is upon us. Mosquitoes have descended upon the world and are killing people through the Dengue virus. People can only go outside if they wear heavy duty hazmat suits and even then, it’s only done when absolutely necessary. At the center of this is Police Sergeant Pronzini and reporter Valeria Bonilla. Pronzini is tasked with investigating a murder that brings him into a much bigger conspiracy involving victims of the Dengue disease. As you can gather from the cover, the disease is not all it seems to be since it’s been evolving.
“Dengue” is one part The X-Files and one part Law & Order but it works. This is initially a police procedural set in a very bizarre world but once we get deeper into the mystery surrounding the mosquitoes and the third strain of the disease, things veer into a very cool paranormal realm. Pronzini is a very well crafted character because there’s a certain amount of skepticism to him but he’s not an idiot. He’s arguably the best pure detective in Montevideo and with that comes a certain level of sarcasm and intelligence. What’s incredibly interesting about him is that while is a more thoughtful character who values facts, he avoids the trope of cold hearted detective when the scope of the disease is realized. He shows more practicality but also heart when he puts himself on the line for the truth. The same praise can be given for the characterization of Valeria Bonilla. She’s a woman with career goals but she’s not devaluing herself and she does, to an extent, do the right thing in the end.
“Dengue” does something The X-Files used to do quite often. Something bigger than the characters is happening but at the end, what changed by having the knowledge? Santullo and Bergara approach this from a very realistic point of view and it may be a little cynical but I think it brings something a bit different to this kind of story. I liked the way the different stories came together and I especially like the open ended nature of the ending.
Bergara’s artwork is very good. He has a very distinct style when it comes to character designs. Pronzini’s facial expressions and mannerisms are great because he has these amazing moments of sarcasm that are sold better through his physical reactions. He physically isn’t in spectacular shape. Instead he channels the washed up detective vibe with the bad shirts and grizzled face. It adds to this level of layered conflict with the character that makes him so interesting. The action scenes have a lot of movement and Bergara builds a very nice level of tension in each of these moments. The creature designs are gruesome and horrifying which really sells the horror aspect of this series, however, there is a glimpse of humanity in each design which is helpful in getting the bigger point across.
“Dengue” is a solid post apocalyptic, crime, horror mashup. Santullo and Bergara give us something different enough to be worth the cover price. Pronzini is a great character and given the way things develop, there’s still some stuff here worth exploring. Fans of “The Walking Dead” will find much to enjoy here.

8/05/2015

"Dengue" en All-comic.com

Dengue

Dengue
Dengue demands your attention; a story filled with devastating events that take wild turns.
4
Loved It
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By Rodolfo Santullo, Matias Bergara, Tim Pilcher

“Nobody knows exactly how it happened. The authorities constantly denied the existence of local dengue outbreaks. The situation was ‘under control’. There was no cause for alarm.”
Dengue, by writer Rodolfo Santullo (English language adaptation by Tim Pilcher), is a graphic novel that reads almost like a sequel to Michael Crichton’s Prey (if the swarms got loose and grew in number). Santullo takes a real virus and imagines what would happen if it became an overnight epidemic in a busy city. Written in a hard-boiled detective type narrative Santullo is vivid with the gritty details of what such a virus can bring.
Throughout the story we follow Sgt. Pronzini as he discovers more and more horrific cases caused by the outbreak. He’s rarely seen without a cigarette in his mouth and he meets all the usual hard-boiled detective characteristics (thanks for the layout, Dashiell Hammett and Raymond Chandler).
Something else Santullo addresses is why these insects are here to stay. Wouldn’t a certain season wipe them out? “When the skies turned black and buzzing., Winter was our only hope. Yet it never came. Seasons no longer existed and the constant heat and humidity transformed the whole region into a tropical climate, pretty much like Nicaragua.” – The area has essentially transformed into the ideal conditions for this virus to thrive.
The artwork is by Matias Bergara as he commands pencils, inks, and colors to showcase a world in chaos due to the deadly virus. A lot of the scenes showcase the world as you would imagine looking after the apocalypse (Fallout 3 vibe). Most of the people rarely go outside anymore because of the dangers that exist – being attacked by swarms of mosquitoes doesn’t sound like a good time. Because of the apocalypse setting a lot of the colors for each panel rely on grey, brown, yellow – these colors show the world as bland and without much flare anymore. We see in one scene that a soccer stadium is fitted with an overhead ceiling to keep the bugs out, since people need some sort of enjoyment to rely on, but even this rather joyful scene ends tragically as it’s clear these mosquitoes aren’t leaving any time soon.
The events following the soccer game come to the attention of Sgt. Pronzini, as one of the players is found dead. In his search for the killer he visits the team and sets up his plan to catch whoever did it. Later that night we see him visit the field, a scene where Bergara fills each panel with a deep blue as each character carries a blinding bright yellow light that illuminates the character’s faces. It’s here where Santullo delivers another hard-boiled line when Sgt. Pronzini says “You must’ve spent too much time watching football and not enough police procedurals.” – I think he’s found his target.
Dengue demands your attention; a story filled with devastating events that take wild turns. There is a virus out there, and everyone knows what happens if you get bit once…even twice… but what if you get bit three times? The world is changing, hopefully Sgt. Pronzini has a plan (and enough cigarettes).
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Dan Leicht
Dan found his way back into comes with Batman: Zero Year and has been making trips to the local comic shop every week since. He grew up on the X-Men and Batman animated series and a hearty helping of X-Men comics, along with hours spent staring into a black and white Gameboy pocket (his eyes still hurt from that).